Nuestra razón de ser

Nuestra razón de ser

Nuestra razón de ser

Nuestro objetivo es el de aportar en la arquitectura del país desde nosotros, las y los de a pie que nos consideramos capaces de asumir los aportes de lo plurinacional, reconociendo que existen una multiplicidad de miradas y sentires, pero bajo un mismo horizonte y objetivos comunes.


Nuestra razón de ser 

Bolivia a partir del año 1994 ha venido viviendo varias trasformaciones de orden estructural, mismas que han respondido a la crisis político social que se fue gestando luego de alrededor de doce años de la implementación del neoliberalismo, todo esto dentro de una forma de gobierno como lo fue la democracia liberal representativa.

El año 2000 para teóricos y analistas sociales es el inicio del actual proceso de cambio. Son 22 años de luchas y trasformaciones importantes en el país. El escenario político muestra nuevos rostros, el panorama de la Asamblea Legislativa, desde hace más de 14 años, es la muestra de la composición multiétnica y plurinacional del país, son ahora otros los actores sociales los que llevan las riendas de éste espacio deliberativo. Es un cambio sustancial que debe ser valorado y analizado de manera crítica y propositiva en la línea de aportar en la profundización de esas transformaciones.  

En este contexto se identifican imbricaciones complejas que evidencian constantes históricas negativas que no acaban de desaparecer. Muchas miradas plantean un cambio de rostros, pero una mantención de actitudes, las cuales se mantienen subyacentes al proceso de cambio, lo cual impide su consolidación. Esta es una mirada honesta, pero por sobre todo proactiva, llena de convencimiento de que el país requiere de instancias que coadyuven en la profundización del proceso político, que vive el país y que ha sido y es necesario para nuestra sociedad.   

Es importante señalar que no es sólo la actitud de las y los que detentan el poder la cuestionable, sino, la actitud de gran parte de la sociedad. Sociedad que no pareciera iniciar cambios reales al interior de su subjetividad, que es la que define al final el rumbo de la historia de un país. Conceptos como “Descolonización del Estado”, “Estado social comunitario”, “Despatriarcalización”, “Estado Plurinacional”, “Democracia Participativa Directa” -en el sentido estricto de la participación real y sustancial-, no comienzan a entenderse y por consiguiente a aplicarse.   

En este contexto, en la línea de profundizar las transformaciones esperadas, es importante trabajar en procesos de investigación, de información, de formación, reflexión crítica y atención a las necesidades de nuestras poblaciones meta, acciones que contribuyan a afianzar el cambio tan esperado por las y los desposeídos/as y marginados/as, si no se aporta como instituciones de la sociedad civil, en este proceso de cambio, se habrá perdido una gran oportunidad histórica que estuvo a punto de desaparecer la gestión 2020.

Bolivia requiere de instituciones que aporten desde una mirada y acción crítica, sin perder el horizonte, trabajar por, para y con el pueblo, pero para esto se hace necesario tender puentes, trabajar por el entendimiento del otro, de la otra pensando en el beneficio de la juventud, adolescencia, niñez y las mujeres, sectores que requieren de atención integral. En esta línea y en función a las experticias profesionales que se van sumando a la Fundación en el marco del horizonte máximo que es el de aportar en la cualificación de la participación social, afianzamos tres ejes de trabajo para esta gestión: (i) la niñez; (ii) la adolescencia y juventud; y (iii) las mujeres.

Frederick Douglass dijo: “Es más fácil criar a niños fuertes que reparar a hombres rotos”. Esta es una frase altamente importante a tomar en cuenta, para este primer eje/grupo poblacional. Una niña, un niño que no recibe un proceso educativo adecuado, que emocionalmente no ha sido orientado/a, será una persona adulta con problemas complejos de relacionamiento, desempeño y existencia a lo largo de su vida. Es así que la Fundación abre sus puertas a la psicología educativa como un aliado que permite apoyar a las familias de manera integral en la formación de sus niñas y niños dentro de la construcción de lo social mirando en presente y por, sobre todo, pensando en el futuro capital humano del país.

El segundo eje es la juventud y adolescencia, en este caso se plantea trabajar desde la orientación vocacional, orientando a la juventud a tomar decisiones que a futuro impactarán en la sociedad. Un/a profesional sin vocación no aportará en la construcción de una sociedad digna, equitativa, justa, con igualdad y compromiso social, “trabajará” para servirse de su profesión, no para servir profesionalmente. Este hecho que al parecer es tan individual, impacta en el relacionamiento colectivo que incide en el Vivir Bien, en el Buen Vivir.

Y finalmente las mujeres se constituyen en un eje fundamental para replantar nuestros relacionamientos, las mujeres se constituyen en actoras fundamentales para la desestructuración del patriarcado, para despatriarcalizar la vida. En este sentido se plantean procesos de reflexión, creación, investigación multidisciplinaria para proponer acciones basadas en evidencias. Cuando consideramos a las mujeres como las agentes de la transformación no dejamos a un lado a los hombres que son los esposos, los novios, los hermanos, los padres, los amigos, los compañeros de trabajo, que sin los cuales nada o poco puede materializarse. En este sentido aportar en la construcción de las feminidades conlleva a pensar y replantear la conformación de las masculinidades, aspecto muy presente en nuestro imaginario institucional.  

 

Nuestro objetivo es el de aportar en la arquitectura del país desde nosotros, las y los de a pie que nos consideramos capaces de asumir los aportes de lo plurinacional, reconociendo que existen una multiplicidad de miradas y sentires, pero bajo un mismo horizonte y objetivos comunes. Los objetivos de asistir a la construcción de una sociedad digna, con justicia social, equitativa, redistributiva, reconociendo que venimos de oprimir a un pueblo que supo sostener en sus espaldas la buena vida de algunos pocos y que aún hoy subvencionan la mesa de las y los bolivianos, el sector indígena campesino, el sector marginal habitante de las laderas. Esta es nuestra justificación que soportan las acciones propuestas en la planificación programática 2022 – 2026.

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